Angustia adolescente y sueños infantiles.

6 de marzo de 2012

El fondo



Mi patio trasero estaba (de hecho lo sigue estando) dividio en dos partes: El patio y El fondo. En el fondo estaba el galpón, un nogal enorme y un árbol de Olivo muy viejo. Con Moira y Bárbara pasamos mañanas y tardes inolvidables de nuestra infancia. 
Nos encantaba jugar con barro, aunque nos retarán. Es que el fondo tenía cierta complicidad, podíamos hacer lo que quisiéramos. Gritar, saltar, ensuciarnos, etc. Era como un escondite enorme dentro de hogar. Además tenía una hamaca, y nos la arreglábamos para hacer de ese fondo tres casitas, un negocio, etc. 



Jugábamos hasta que se ocultará el Sol. Sin preocupaciones. Nos "peliabamos" y nos arreglabamos en instantes. Pasabámos horas y horas jugando con nuestra imaginación y las cosas que encontrabamos tiradas por ahí. Nueces, platitos, juguetes que solíamos llevar del pasillo (Oh, el pasillo, que recuerdos♥), trapos, recipientes, hojas, baldes, etc. 

Uno de los rinconcitos, donde yo hacia mi "casita" Solia tener un toldo sobre esa parte.

La "casita" del árbol que hizo mi hermano.
Nunca me anime a subirme tan alto. 

Estas fotos son actuales, las tomé hoy por la tarde. Ya no es lo que era antes. Pero sigue teniendo ese algo mágico. Esa magia que uno encuentra en una caja de cartón cuando es niño... Era nuestro propio paraíso.
También recuerdo cuando en verano, adelante del Fondo, en el patio teníamos la pileta y el tobogán. Dios, que tardes hermosas solíamos pasar.
En días como hoy me encantaria volver atrás y repetir todo eso una vez más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario